Muchos cocineros dicen que tienen aromas placenteros, sabores marcados, colores profundos y visualmente apetitosos, descripción perfecta para una de los más deliciosos platillos arraigados a la cocina Zuliana, sin embargo tiene un origen incierto, que hasta polémicas genera, y una popularidad que abraza a una Venezuela desde la época colonial, el bollo pelón es uno de esos platos que reúne en sus sabores, ingredientes y técnica que son parte de nuestra identidad como país, en donde el ingrediente indispensable de nuestra cocina “La harina de maíz” tiene su papel principal. Es un plato de origen popular, adoptado luego por la cocina de clase media, que hoy dice presente en las mesas de restaurantes de mantel blanco de Venezuela y de la mano de cocineros que, respetando la receta original, lo preparan con técnicas muy practicas y lo sirven con un toque personal al estilo Gourmet.
Origen:
El bollo pelón es un plato típico de la cocina venezolana, desde la época colonial, que es el término que se le da al período de ocupación, poblamiento y administración colonial del territorio venezolano que llevó a cabo España desde mediados del siglo XVI. Algunos autores mencionan que son de origen indígena y que se preparaban a base de masa de maíz pilado envuelto en hojas de maíz , que se cocían o sancocha en agua hirviendo en forma de bola.
Investigando sobre su origen me conseguir el blog la calle del embudo, en el cual habla sobre un articulo llamado “El cuento del bollo pelón”, allí menciona que Ocarina Castillo, antropóloga especializada en gastronomía, asegura que comer es una metáfora de la cultura; un plato condensa alimentos autóctonos y adquiridos, recetarios y prácticas culinarias ancestrales y modernas que pasan a convertirse en reflejo de lo que somos. La sazón de los bollos pelones, como ocurre también con la hallaca, condensa este mestizaje que tan bien nos define.
Esta sencilla preparación parte del maíz, ingrediente primario y protagónico de los indígenas de prácticamente todo el continente americano, con el que preparaban un humilde bollo que fue evolucionando con el aporte gastronómico que trajeron consigo los españoles en su afán de conquista, entre ellos el ganado y su carne, preparado magistralmente por las negras traídas de África, responsables de los fogones en las grandes haciendas de la gente blanca, hasta convertirse, asegura el profesor Lovera, “en uno de los más consagrados representantes de una culinaria popular”, que espera trascienda como legado a las generaciones que nos sucedan.
Clásico de la mesa venezolana, su origen alienta discusiones. Don Armando asegura que es caraqueño despertando reacciones encontradas en otros rincones del país, especialmente por los lados de Maracaibo, donde lo considera hechura de su cocina, esa que los llena de tanto orgullo. Más allá de la disputa, la variedad a la hora de prepararlo es bastante amplia: los bollitos de la capital tienen su toque dulce, llevan alcaparras, pasitas, vino, “es un guiso que sabe a hallaca”, explica una cocinera llamada Mercedes, mientras que en Oriente lo rellenan de chivo o cazón.
Los del estado Yaracuy atesoran fama. El escritor y diplomático sucrense, Ramón David León, en su libro Geografía Gastronómica de Venezuela afirmó que en San Felipe “se preparan bollitos pelones de manera exquisita. Quien los llega a catar una vez no los olvida”. Tan populares son que se organizó el Concurso del Bollo Pelón en el Festival Gastronómico de Aroa con 50 participantes inscritos.
Es también famosa en ese estado la versión del Centro de Investigaciones Gastronómicas de la Universidad Experimental de Yaracuy, en la que agregan plátano maduro a la masa de maíz y los rellenan con chicharrones. El chef e investigador Antonio Gámez, asegura en su blog Odiseaculinaria.blogspot.com que “el dulzor que le proporciona el plátano solo se equipara con el dorado hermoso con el que quedan”, y agrega que lo “sirven con suero aliñado… una verdadera delicia”.
Otros amantes de la cocina mencionan que se le atribuye a los Zulianos ser los precursores de la salsa, porque al maracucho le gusta todo con salsa, de allí que se acreditan la invención de los bollos pelones, sin embargo la polémica de su origen ya vemos que surgen entre la gastronomía Caraqueña, Yaracuyana, y hasta Falconiana, que se disputan el origen y la autenticidad de este rico plato. Existe otra variante elaborada con auyama cocida y licuada mezclada con la masa. En la isla de Margarita suelen prepararlo de esta manera relleno de guiso de pescado (generalmente cazón o raya). También en el Estado Miranda y otras regiones se hacen unas bolas de masa de maíz rellenos de un guiso de carne o granos.
Este plato también se encuentra en toda sur América con sus variantes y profundamente arraigado en la Costa Caribe Venezolana Colombiana y en Panamá es similar más no igual a la humita andina y a la pamoña brasileña. Los bollos también se preparan con yuca, batata y plátano. Son de elaboración casera, en la Costa Caribe herencia de los indios caribes, son vendidos en las calles por vendedores ambulantes, entre ellos mujeres con sus inconfundibles pregones. También se consiguen en tiendas de barrio y en ventas estacionarias informales al pie de supermercados.
https://lacalledelembudo.wordpress.com/2017/12/15/el-cuento-del-bollo-pelon
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